Nueve mitos infundados sobre la tecnología PLC
Los dispositivos PLC viven un momento dulce tras superar los problemas de incompatibilidad de tecnologías de los diferentes fabricantes y la progresiva concienciación por parte de usuario de que son dispositivos realmente útiles cuando hablamos de mejorar la calidad de la señal en nuestro hogar u oficina. Salvar obstáculos como paredes o simplemente la distancia entre una y otra planta de un edificio junto con la escasa calidad de los routers que instalan de serie los operadores, han favorecido la proliferación de dispositivos PLCs, una vez que los usuarios caen en la cuenta de que por una pequeña inversión obtienen un salto cualitativo en la calidad de señal de su red.
Sin embargo, no ha sido un camino de rosas, pues muchos han atribuido a esta clase de dispositivos prejuicios infundados como:
- “Los PLC no ofrecen un buen rendimiento”
Es uno de los mitos más habituales, y es totalmente falso. Es cierto que las velocidades que indican los modelos son máximos teóricos y que por tanto sólo se alcanzan en ciertas condiciones, pero cualquier PLC, incluso aquellos más económicos, son capaces de proporcionar una buena experiencia de uso, siempre que nuestra conexión base a Internet tenga un mínimo de calidad, obviamente.
- “Son soluciones obsoletas”
Nada más lejos de la realidad. Los PLC evolucionan, se desarrollan, y van incorporando mejoras y avances de forma gradual, lo que les permite ofrecer un rendimiento acorde a la propia evolución de las conexiones a Internet y garantizar una experiencia de uso de primer nivel. A modo de ejemplo, podemos citar por ejemplo la incorporación del estándar WiFi ac en los PLC de última generación con repetidor inalámbrico.
- “No ofrecen conexiones seguras”
Estos dispositivos utilizan cifrado AES para garantizar la seguridad de nuestras conexiones, y mantienen los ajustes de nuestras conexiones WiFi gracias al clonado de las mismas, lo que implica obviamente el uso de nuestra contraseña y demás medidas para evitar accesos no deseados.
- “Todos los PLC son iguales”
Los modelos actuales han superado y mejorado las prestaciones de los que se comercializaban hace unos años. Hay un amplio abanico de posibilidades: desde modelos sencillos con velocidades más ajustadas y precios económicos, hasta otros que podemos considerar como de gama alta, capaces de superar los 1.000 Mbps y de ofrecer soporte a las tecnologías más actuales.
- “Te obligan a perder enchufes”
Es un mito que incomprensiblemente aún pervive. Basta revisar los modelos disponibles hoy en día para darse cuenta de que de manera que permiten que el que vamos a utilizar no quede ocupado de forma permanente.
- “Dan problemas y son complicados de usar”
Los PLC trabajan con estándares universales, como los enchufes tradicionales, los conectores Ethernet y el Wi-Fi n y ac. Esto implica que funciona a la perfección en cualquier enchufe y con cualquier dispositivo, todo ello sin que importe en lo más mínimo el sistema operativo que tengan.
- “Plantean riesgos de seguridad en el cableado”
Los PLC no llevan a cabo ninguna alteración en la red eléctrica de nuestro hogar, simplemente la utilizan para llevar la señal a Internet, pero esto no implica el más mínimo problema ni el más mínimo riesgo de fallo eléctrico, ni de cualquier otro tipo.
- “Son caros”
Podemos encontrar kits PLC de 500 Mbps por unos 30 euros, un precio muy asequible, sobre todo, si tenemos en cuenta el rendimiento que ofrecen y lo que nos costaría extender nuestra conexión a Internet por medios más complicados.
- “Sólo los más caros ofrecen una buena experiencia”
Incluso con los PLCs más asequibles, como por ejemplo aquellos que trabajan a 300 Mbps, podremos disfrutar de una experiencia de uso totalmente satisfactoria.
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