¿Por qué la hiperautomatización lo va a cambiar todo?
Firmar electrónicamente un documento, resolver dudas a través de chatbots o comunicarnos con nuestros electrodomésticos era algo impensable hace años. Esta evolución no solo se ciñe al ámbito personal y doméstico, sino que también ha llegado al entorno laboral para transformar sus procesos y hacer a las compañías más eficientes, ágiles, sostenibles y dirigidas a una mejor experiencia del cliente. Por todo ello, no es descabellado pensar que la hiperautomatización será una de las principales tendencias tecnológicas que sin duda marcará la próxima década.
Este concepto, que no solo implica mecanizar las tareas manuales, abarca la automatización de forma rápida y eficiente de cualquier proceso empresarial mediante el uso integrado de herramientas de aprendizaje automático y tecnologías de última generación como la Inteligencia Artificial, el Machine Learning, el Big Data, los gemelos digitales, la automatización robótica de procesos (RPA) o el Low Code, entre otros; con la finalidad de que las capacidades humanas puedan centrarse en tareas estratégicas de mayor valor, como la toma de decisiones, la interpretación de los datos o la aplicación del pensamiento crítico.
¿Por qué es importante la hiperautomatización?
La hiperautomatización es un elemento fundamental en el proceso de transformación digital de las empresas, pues a través de ella impulsarán su crecimiento, innovación, productividad, eficiencia y competitividad en sus respectivos sectores. El avance de la Inteligencia Artificial y la conciencia sobre la digitalización de las empresas han contribuido al impulso de la hiperautomatización, mercado que se sitúa actualmente por encima de los 540.000 millones de dólares en todo el mundo y que se espera alcance los 600.000 millones este 2022 -en 2020 estas cifras se situaban en los 481.5600 millones-.
Gracias a esta tendencia tecnológica, las compañías son capaces de afrontar de una manera más eficiente los retos del futuro, pues los trabajadores se liberan de efectuar funciones repetitivas de bajo valor para enfocarse en otras más relevantes y de mayor provecho para las empresas.
Ventajas de la hiperautomatización
La automatización no solo mejora el rendimiento de las empresas y la experiencia de los propios empleados, sino que tiene muchos otros beneficios:
- Integra tecnologías disruptivas: IA, ML, RPA, PNL, son algunas de las tecnologías que, empleadas en el día a día de la compañía, permiten ejecutar procesos de forma más rápida y eficiente y minimizar los errores humanos.
- Disminuye los costes operativos: Combinar tecnologías de hiperautomatización con procesos operativos rediseñados genera un ahorro en los costes de las compañías de hasta un 30% en 2024, según Gartner. De hecho, un informe de Deloitte confirma que en 2020 las empresas que adoptaron la automatización de procesos incrementaron un 9% sus ingresos y redujeron sus costes, de media, un 24%.
- Mejora la proactividad y la satisfacción de los empleados: Gracias a la hiperautomatización, los trabajadores no tienen que invertir su tiempo en tareas repetitivas y tediosas que no aportan valor alguno, por lo que incrementan su motivación, productividad y competitividad, pues pueden dedicar sus conocimientos y actividad productiva a tareas que exigen más de ellos.
- Acelera las tareas complejas: Tecnologías como el aprendizaje automático o el machine learning contribuyen a automatizar y acelerar la ejecución de trabajos complejos que antes dependían de las habilidades y capacidades humanas.
- Impulsa la transformación digital: a inversión en tecnología necesaria para una efectiva hiperautomatización contribuye a transformar digitalmente las empresas.
En una sociedad cada vez más dependiente de las tecnologías, las empresas se ven abocadas a su transformación digital para no quedarse fuera. Por suerte, cuentan con numerosas herramientas y procesos como la hiperautomatización, que están avanzando a pasos agigantados para contribuir a su asentamiento en el mundo digitalizado. Además de automatizar procesos y darle mayor peso a la tecnología, las compañías potencian su flexibilidad, competitividad y eficiencia y reducen costes. Sin duda, una inversión que a la larga resulta muy beneficiosa.